
Te puede pillar desprevenido, es un campo más pequeño, hay menos motivación, sales con el equipo suplente... Lo de salir goleados de Alcorcón fue patético, vergonzoso, pero puede pasar, es de esas cosas raras que tiene el fútbol y no será ni la primera ni la última vez que le ocurra a un equipo grande. Pero lo de anoche... Lo de anoche no tiene nombre.
El Bernabéu a rebosar para recibir a un Segunda B. Los aficionados confiaban en asistir a un golpe de mano del Madrid y a una de esas noches (mal llamadas en estos casos) "
épicas". Personalmente, apenas tenía esperanzas de pasar la eliminatoria, pero eso sí, pensaba encontrarme con un equipo que saliese a por todas, a comerse al rival, y que cayese quizá por un 3-0 ó un 4-1 tras haberlo intentado todo. Nada que ver. El Madrid no fue capaz de marcar un gol hasta el minuto 80... y gracias. Sólo en los últimos diez minutos se vio al equipo crear ocasiones, aunque una de las más claras la tuvo el Alcorcón, que sólo habría faltado que nos hubiese empatado. Está claro que, cuando un conjunto como el Madrid cae contra un Segunda B, gran parte de la culpa debe atribuirse a los jugadores. La falta de ideas, de ganas y de estado de forma que demostraron fue flagrante desde el primer minuto. Ineficiente Kaká, desaparecido Raúl, patético Higuaín, desentrenado Van Nistelrooy... Encomiable el esfuerzo de Van der Vaart (que se merece tener más minutos que algunos de los titulares habituales) y de Lass (pese a no jugar en su puesto). Pero anoche, hubo otro gran protagonista.
El planteamiento de Pellegrini no pudo ser peor. Éstas fueron sus '
hazañas':
1) Alinear a Gago y Diarrá en el mediocampo (seguramente el doble pivote más defensivo que tiene en la plantilla, cuando, recordemos, el Madrid tenía remontar un 4-0).
2) Desperdiciar a Lass en el lateral derecho y sustituirlo en el segundo tiempo (en vez de a Gago, cuando el francés había sido uno de los pocos destacados del equipo, y cuando Sergio Ramos podía haber jugado en ese puesto, pues la Federación aún no le había aplicado la sanción).
3) Alinear a Van Nistelrooy (cuando sólo ha jugado diez minutos en lo que va de temporada).
4) Dejar en la grada a Benzemá y Xabi Alonso (cuando este fin de semana no hay Liga).
5) Apostar por Arbeloa en el lateral izquierdo (cuando, esta vez sí, era el momento de poner ahí a Marcelo o incluso a Drenthe, pues el equipo tenía que ser lo más ofensivo posible).
Sigo diciendo que estamos a tiempo. Estamos a tiempo de evitar que estos jugadores acaben tan devaluados como otros que han pasado por el club. Estamos a tiempo de evitar el tener que malvender a Kaká, Benzemá o Xabi Alonso cuando ya nadie dé un euro por ellos. Mandemos a Pellegrini a su casa y saquemos partido a una de las mejores plantillas que hemos tenido en muchos años. Hace poco comentábais que no sería buena idea echar al entrenador y empezar otra vez de cero. Pero el problema es que aún estamos en cero.