
2. La primera pifia vino con el ‘gol fantasma’ de Lampard, en el que la pelota supera ampliamente la línea y habría supuesto el 2-2. Bien es cierto que la superioridad del conjunto alemán fue bastante manifiesta durante todo el partido, pero nunca sabremos qué habría ocurrido si los ingleses hubiesen logrado el empate en esa jugada.
3. Y por la noche llegó, para mí, lo más grave. Argentina y México mantenían el resultado inicial, y los de Aguirre habían comenzado bastante bien el encuentro. Y, en la primera llegada de los argentinos, Tévez marca en un flagrante fuera de juego que no vieron ni el árbitro ni su asistente, pero sí los restantes miles de personas que poblaban el estadio. Fue un golpe demasiado duro para los mexicanos y del que no pudieron ya levantarse. En fin, ambas cosas, lamentables. Esperemos que los arbitrajes mejoren de aquí al 11 de julio.
4. Y en cuanto a España, sí, al final estamos en octavos. Logramos acabar primeros en el denominado “grupo de la muerte” (por lo mal que jugaban todos), culminando nuestra brillante clasificación con un partido para olvidar. Es difícil conseguir tanto con tan poco, pues España se limitó a aburrir el balón en el mediocampo y apenas dispuso de ocasiones. Y lo del último cuarto de hora, sin comentarios… Ahora, toca Cristiano, a quien los periodistas están amenazando con echarle encima a todas las aficiones de la Liga española si se le ocurre eliminarnos. Lo que hay que ver.