¿ESPEJISMO O REALIDAD?

Todos los periódicos, radios y televisiones coinciden en que anoche el Madrid mostró una mejorada imagen, con más posesión del balón, dominio del partido... Pero una duda me ronda la cabeza: ¿hasta qué punto todo eso formaba parte de la estrategia del Milán? A nadie se le escapa que el equipo italiano planteó el partido a la contra, por lo que dejó al Madrid tocar el balón a sus anchas en el centro del campo. Pero, en el fondo, cuando Kaká, Benzemá y compañía se acercaban al área rival, se les apagaban todas las luces y no eran capaces más que de disparar desde lejos. Vamos, que el Milán creó más peligro en las tres llegadas que tuvo en la primera parte que los de Pellegrini con sus 12 ó 13. Y precisamente cuando el Milán cambió su planteamiento y empezó a apretar en el centro del campo fue cuando el juego madridista empezó a diluirse. En fin, mejor que en el partido del Bernabéu era fácil hacerlo, pero que no nos vendan aún la moto de que éste es otro Madrid, porque su dominio vino más del planteamiento 'rossonero' que de otra cosa.

Sea como fuere, el empate no es mal resultado, teniendo en cuenta que el patético árbitro anuló un gol legal a Pato y que nuestros últimos cinco partidos en San Siro habían terminado con derrota. En mi opinión, lo mejor del Madrid fue la labor defensiva. Es cierto que el Milán creó peligro, pero bueno, es que no deja de ser el Milán. Y especial mención para Lass, que parece tener el don de la ubicuidad. En cuanto al resto del equipo, he de decir que no acabo de entender el fútbol de Kaká. Que tiene calidad y que es muy participativo no se puede poner en duda, pero no sé por qué se empeña en intentar hacer 'slaloms' cuando hay compañeros desmarcados, ni por qué elige casi siempre mal los pases, ni por qué tiene la manía de chutar cuando hay rivales delante... Creo que debería reconducir su fútbol, porque no acaba de sacar provecho a sus jugadas, al igual que Xabi Alonso, que anoche perdió más balones que Dudek jugando de mediapunta.

En fin, luces y sombras para un resultado satisfactorio. Demasiada posesión para tan pocas ocasiones claras. Pero bueno, tratándose de San Siro, no está mal.