martes, 28 de febrero de 2012
AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR
He de reconocer que no le tengo ninguna simpatía ni a Cesc ni a Iniesta, pero cuando las cosas se hacen bien, hay que reconocerlo. Considero que ambos han puesto una pizca de cordura en los últimos debates Madrid-Barça. El de Fuentealbilla aseguró en una entrevista que la diferencia de diez puntos con el Madrid no era por los árbitros, sino porque el rival lo había hecho mejor que ellos. Por su parte, Fábregas abogó porque la sede de la final de Copa se conozca antes de empezar el torneo, pues ahora se estaba poniendo en un compromiso al Real Madrid. Y añadió que el Barça tampoco querría que los blancos jugasen una final en su estadio.
BRAVO POR LOS DOS.
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Menos mal que la final de la Copa no se juega en el Bernabeu; no quiero que las manifestaciones nacionalistas tengan lugar en "nuestra casa", sobre todo teniendo en cuenta que la Copa este año es un trofeo importante y el año pasado era un trofeo menor. Cosas propias de la hipocresia que rodea al Barça y cuando vienen mal dadas con el victimismo catalán. Yo lo estoy pasando muy bien,viendo como el Dalai Lama y algún directivo del Barcelona enseñan la patita.
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