Lo cierto es que su éxito de crítica y público me daba igual. Si fui a ver esta película fue por recomendación directa de nuestro entrañable Señor McClor. Y la verdad es que me gustó mucho. Es una historia bonita y, al mismo tiempo, te hace soltar unas cuantas carcajadas. Por si no lo sabéis, trata de un millonario tetrapléjico que contrata a un ex-presidiario como ayudante. Como os podréis imaginar, la relación entre ambos y lo que aprende el uno del otro constituyen la base de la película. Muy divertida y con buen fondo.
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