A todos aquellos supuestos defensores de Sara Carbonero y que afirman que la periodista debería poder besar en directo a Iker Casillas sin tener en cuenta lo que pueda pensar la gente, habría que recordarles que esta chica está en los estadios como reportera y no como novia del guardameta, es decir, que está ejerciendo su profesión. Por tanto, todos esos que achacan las críticas hacia Sara a su condición de mujer profesional y trabajadora son los primeros que están devaluando el trabajo realizado por esta periodista, dejándose llevar por el sensacionalismo de su relación con Iker y degradándola a la mera condición de novia de futbolista. Supongo que a todos ellos les parecería normal que Casillas aprovechase los parones en el juego para acercarse detrás de la portería a besar a su novia. Pues no, señores, si se está trabajando, se está trabajando. Y que tenga que ser yo el que defienda la profesionalidad de la "Cabronero"...
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