Con lo buena que es esta serie algunas veces, no entiendo cómo en otras ocasiones puede ser tan cuestionable. En el capítulo de esta semana, Emma guarda una grabadora importantísima en el bolsillo del abrigo y no se le ocurre otra cosa que dejarlo en el hall mientras hacía otras cosas. Obviamente, la grabadora desaparece. Pero eso no sería tan grave si, quince minutos más tarde, no hubiera decidido llevar una pistola con huellas de Gustavo a la Policía, no la hubiera guardado en el bolso... ¡¡y lo hubiera vuelto a dejar en el hall!! Claro, adiós pistola. Y eso, por no hablar de la madre de los Cortázar, a la que le tienden la misma trampa diez veces y cae once, o de un extrañísimo montaje de los capítulos en los que vemos al mismo personaje protagonizar cinco o seis escenas seguidas. ¿Nadie les ha enseñado a entrelazar las líneas argumentales?
Pues yo solo sé que si el Barça no pasa la eliminatoria seré feliz. Y si Mou se queda al final en el Madrid seré todavia más feliz. y si se va Higuaín, Casillas y Ramos invito a una ronda de gambas y botellines en Balazote
ResponderEliminarNi el guionista más madridista podría imaginar un final más feliz... sobre todo, por las gambicas...
ResponderEliminarSi... yo pense lo mismo sobre la serie... pero es que ese personaje hay que recordar que es imbécil profundo....
ResponderEliminarSí, pero luego está el caso de Gustavo, que huye de La Siesta porque van a entregar la pistola a la Policía, y cuando Paula le llama y le dice que la van a entregar, entonces vuelve rápidamente para tratar de recuperar el arma... Absurdo total...
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