Menudo partidazo vimos anoche. No faltó de nada. Goles, tiros al palo, grandes paradas, remontada, polémica arbitral... Seguramente, fue el tipo de partido que mejor le venía al Madrid, pues es a lo que mejor sabe jugar. Es cierto que el árbitro favoreció a los blancos, sobre todo con una rigurosa expulsión, pero también lo es que las mejores ocasiones del Manchester llegaron jugando con diez, así que tampoco creo que los ingleses puedan agarrarse a eso para justificar su eliminación. Que hubiesen apretado y hubiese jugado Rooney desde el principio, e igual les había ido mejor.
Sea como fuere, la dinámica del partido ya había cambiado antes de la expulsión. Desde el comienzo de la segunda parte, el Madrid acogotó al Manchester en su área y ya dispuso de dos buenas llegadas antes de la susodicha jugada. Y entonces salió Modric. El croata calló las bocas de los que tan injustamente lo habían tratado hasta ahora. Sólo dos minutos después, lujazo de Özil, tenacidad de Higuaín y gol del de siempre. Dos goles en tres minutos. ¿Eso es por la expulsión? Pues lo siento, sir Álex, pero no lo creo...
Muchos han criticado a Mourinho por echar al equipo atrás después del segundo gol. Sinceramente, si el Manchester saca a Rooney, Ashley Young y Valencia para acompañar a Van Persie, a mí me parecería una temeridad haber mantenido la defensa de tres, pues recordemos que anteriormente Mou había retirado a Arbeloa por Modric. El problema es que el mediocampo y la delantera no supieron mantener el balón como era necesario y eso dio alas a los ingleses. Ronaldo, Modric, Kaká, Higuaín, Alonso... Había jugadores más que suficientes para haber conservado la posesión y, de hecho, hasta el propio Mou criticó esta circunstancia tras el partido. El problema es que había demasida gente afilando sus cuchillos para linchar al portugués tras la eliminación de la Champions. En fin, tendrán que seguir esperando...
