Ayer, tanto Mourinho como Ramos tuvieron una ocasión estupenda para haberse quedado callados. El míster denunció irregularidades en la elección del mejor entrenador del año, y no es que yo no piense lo mismo, pero lo mejor es pasar olímpicamente del Marqués, de su buenismo, de sus acólitos y, por supuesto, de la FIFA. Al fin y al cabo, si pensamos que se trata de un premio manipulado, ¿qué importa a quién se lo den?
Por su parte, Ramos estuvo hablando con sus amiguitos de la COPE sobre su relación con Mourinho. Reconoció que había discutido con él en varias ocasiones (después de haber defendido hace bien poco que las cosas del vestuario no debían decirse en público) y criticó que el míster no reconociese más la labor del equipo en Manchester. Sergio, Sergio... no creo que seas el más indicado para hablar de ese partido, pues quienes más deberían reconocerte tu labor son los propios jugadores y aficionados del Manchester. Qué golazo marcaste...
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